lunes, 2 de mayo de 2011

Pequeño homenaje a l@s maestr@s de este bendito país

Sí señoras y señores, en este blog, en esta pequeña parte del universo web también queda lugar para los merecidos homenajes. (espero no sea la última inspiración para lo que será "El rincón del homenaje mensual")

¿Qué es un maestro?/¿Qué es una maestra?

Es aquel representante paterno/materno que día a día llenaba nuestras jornadas escolares de tareas y nos mostraba el mundo desde otro ángulo.
Aquella maestra a quién más de una vez le dijimos "mamá" sin querer y nos pusimos coloradas ante la risa de los compañeritos (que nunca escatimaban en mofarse de cualquier pelotudez cometida).
También es a quienes compadecemos cada vez que vamos a algún espacio público y vemos esas filas indias cuasi interminables con niños cuya estridencia por momentos se vuelve intolerable.

¿Por qué ser maestro?

Fama, gloria, la satisfacción de mandar a la dirección al alumnado? Ese indescriptible placer de tomar té en el recreo mientras los niños participan en batallas espartanas que siempre terminan con alguién llorando.
Esa es una pregunta que ni siquiera Stephen Hawking ha podido responder.

Lo cierto es que queda la vocación en muchos casos y eso es bueno sin importar las críticas del caso.

Hoy vino a colación todo este tema porque me crucé con una maestra a quien siempre recuerdo con cariño.
A pesar de NUNCA haberme tenido como alumna, siempre me "pedía en préstamo" (si, sépanlo los niños eramos objetos para los actos escolares en los ochenta :)) para todos los actos.
La escuela Nº 51 nunca se vió libre de un poema o una lectura conmemorativa por parte de la escritora de este blog. (Aún no me han enviado ningún sicario esas mentes que martiricé)
Como hecho anecdótico esta es la misma escuela que supo albergar a una de las "glorias" del canto tropical (cuyo nombre prefiero no revelar porque sería como dar el paradero de Elvis) quién en cada ocasión tambien era "pedido en préstamo" para cantar algo alusivo.
En fín sin nada más que agregar solamente un GRACIAS maestr@s de la patria!

Nota: sonó a arenga de fogón criollo pero nada más contundente que un gritito final

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