martes, 7 de junio de 2011

Dígale sí a los llaveros grandes!

Mis queridos lectores! (si a vos mamá y a vos Esteban!)
Recientemente me paso algo que podría haber pasado totalmente desapercibido, sin embargo, gracias a la mala voluntad y por qué no decirlo, el conchudismo (excuse my french) de alguien que supuestamente es "vecina".
Qué me pasó? se preguntarán.
Simple, me olvidé de las llaves de mi casa adentro.
Que boluda! seguro piensan y les digo: seguro a ninguno le paso, háganme el favor!
El tema no es tan complicado, dado que no vivo sola, me dejaron la puerta sin llave. El tema era abrir la puerta de abajo, esa puerta que separa el mundo exterior de nuestro pequeño pedazo de ciudad, donde siempre está el portero cuando NO se lo precisa (ver articulo que trata sobre este tema)
Bueno esa misma, ése era el desafío.
En mi ingenuidad de muchacha del interior asumí, que la vieja de mierda que está todo el día parada al lado de la puerta viendo quién pasa y quién no, bajaría de su nube de pedos cósmica y se daría cuenta que soy una de las habitantes del edificio donde hace, calculo, más de un siglo (literalmente) que se pasea por la puerta, sin otro motivo que el de acortar esa existencia que podría compararse, por qué no, con la de ese pedazo de queso que quedó y dejamos de canto en la tapa de la heladera porque en algún momento lo "vamos a usar para rallar" , pasa el tiempo y se vuelve gruyere. Así de útil.
Por qué acabo de decir todo esto? Porque cuando le pedí que me abriera la puerta con la llave que yo se que tiene, la vieja de mierda adució con una desfachatez, y una actuación digna de los Razzi cabe destacar, que "se habían llevado la llave", osea que no la tenía. Algo totalmente ridículo dado que con ella acceden al baño de planta baja de mi edificio (esto parece no tener sentido en el relato pero esta señora posee un local sin baño he AHÍ la explicación).
En el momento en el que estaba por cometer geronticidio (bah, ni siquiera le hablé después que me negó la llave) salió una vecina que me cruzo siempre en el ascensor y no sin antes darle una mirada estilo "Paul Kersey" (Charles Bronson en el "Vengador Anónimo") entré a mi edificio SIN SU AYUDA. (música de Rocky de fondo)
Para evitarse toooodo esto, DIGANLE SÍ A LOS LLAVEROS GRANDES!