martes, 19 de julio de 2011

Paseo por el Hospital

Nota: antes de empezar, esta es una narración algo "creepy" como para leer en estos días de lluvia y como su bloggera favorita tiene material para rato no será la última :)


Eran las seis de la tarde, Julio estaba casi por salir, solamente le faltaba hacer su última ronda, la última de su turno. El hospital era enorme, parecía que no terminaba nunca. (Era una construcción de 1940 que según contaba la historia había sido construído por un millonario excéntrico que planeaba vivir casi por siempre al tener ese edificio como una suerte de clínica privada, donde se estudiaran las más diversas enfermedades en caso de que alguna vez las padeciera. Por paradójico que parezca, el inversor murió en un accidente vial al momento del choque.)
Esa es la diferencia entre doctores y enfermeros, estos últimos deben hacer más rondas y cambiar medicamentos, bolsas de suero o lo que sea. Cada vez que Julio hacía este razonamiento se reprochaba el no haber hecho medicina, pero era una realidad, su madre no podía esperar diez años a que él se recibiera, tenía que empezar a trabajar lo antes posible y la enfermería era lo más rápido y relacionado a la medicina que podía hacer. Aún así  soñaba con la bata y el estetoscopio, quién sabe, algún día.
El día había sido algo peculiar, le había tocado atender a más pacientes de lo usual. Eso no era lo que le había llamado la atención sino aquel niño pálido.
Había llegado solo al mediodía, Julio lo vio al pasar de enfermería a  sala de emergencia, tendría unos ocho años. Lo raro era que nadie parecía prestarle atención ni registrar sus datos. Sin embargo, un par de horas más tarde, estaba en una habitación ya con el suero preparado con todas las indicaciones en una letra totalmente legible. Tan clara que no pudo reconocerla como la de ninguno de los médicos con los que trabajaba.
Como hacía rutinariamente, leyó las instrucciones, según aquel exponente caligráfico impecable y leyó  el medicamento que iba con el suero, era estreptomicina.
¿Cómo podía ser?, de seguro era un error.
Cuando estaba por darse vuelta para salir a consultar sobre este medicamento, el niño abrió los ojos, con una mirada calmada de ojos cansados y le dijo: “¿Ya vino mamá?”
Julio, a pesar de estar acostumbrado al trajín diario de tratar con enfermos, en ese momento sintió todo el dolor y el sentimiento de abandono y desolación que le estaba transmitiendo la mirada del pequeño. No pudo hacer otra cosa que decirle la verdad, no sabía y le preguntó:
“¿Cómo te llamás? Decime, así puedo ir a preguntar por tu mamá.”
“Anastasio Colman” respondió y volvió a cerrar sus ojitos. En ese momento Julio salió, primero a buscar un doctor que le aclarara qué era el medicamento que no conocía y que no estaba en la bandeja preparada con los medicamentos y segundo a buscar a  la madre de aquella criatura.
Para su desconcierto, nadie tenía registrado al infante y tampoco figuraba esa habitación como ocupada, no se impaciento por esto dado que al ser un hospital tan concurrido había veces en las que no se podía registrar los ingresos con la rapidez que deberían.
Llamó a la doctora de guardia para consultarle sobre el medicamento, al nombrárselo la doctora Funes se rió muchísimo.
Dra. Funes: “Pero Julio que hiciste, viajaste en la máquina del tiempo a buscar estreptomicina”
Julio:”Cómo, no entiendo, ese era el nombre del medicamento que estaba recibiendo el niño del que le hablé. Antes de ir a la farmacia a preparar todo quería preguntarle.”
Dra. Funes:”Ese medicamento se usaba para tratar la tuberculosis en los cuarenta, obviamente se sigue usando pero es imposible que se lo hayan recetado a un niño, vamos donde está.”
Al entrar a la habitación, estaba vacía. No podía ser, cómo era posible, el lo había visto, hacía diez minutos estaba allí, preguntándole por su madre.
Todo era muy raro, tanto así que al irse a su casa quedo pensando, por qué le sonaba aquel nombre y en un momento mientras leía las letras enormes de la entrada del hospital: “HOSPITAL COLMAN”, lo comprendió todo.

2 comentarios:

  1. :) Soy uno de los 3 seguidroes de tu Blog. Material para Stephen King ese artículo jajaja. Seguí así.

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