Esta época es fantástica. Para qué se preguntaran. Bueno fantástica para posponer cosas que aparentan ser simples pero son los escollos de siempre.
De qué estoy hablando, del ejercicio físico y no me refiero del pulgar en el control remoto ni en el joystic, me refiero a salir a correr/caminar a la rambla, pagarse un gimnasio o cualquier otra actividad cuyo objetivo sea el mejoramiento físico.
Es así, llega el calor, a una le dan ganas de sacarse un poco la ropa y aparecen de la nada muchas cosas que el invierno venía tapando o las ropas holgadas disimulaban a la perfección.
Sí, vienen los días lindos y a todo el mundo se le ocurre salir a hacer footing, solamente por el hecho de decir "hoy salí a correr" con cara de haber ganado una medalla de oro en las olimpíadas. Lo cual genera el comentario del interlocutor "qué báaaaaaaarbaro", que te mira cual si fueras un atleta consumado y se siente culpable por NO haber hecho lo mismo, prometiéndose a sí mismo "mañana salgo", algo que ES SABIDO no va a pasar.
Y así pasan los días y cuando bajás a la rambla esta repleta de gente corriendo o caminando con sus caramañolitas, que van a durar lo que dure la euforia del deporte veraniego y tenés que ir esquivando gente que a su vez te hace pensar, "qué hago yo acá boludeando en vez de hacerme una corridita, no me haría nada mal". Pero después gana el "yo vago" y muere ese fugaz entusiasmo. Y como siempre terminás tomando una mirando el agua.
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